¿Seguir o cambiar?

¿Cuántas veces viendo atardecer en la playa y tomándote un mojito has decidido tomar un rumbo diferente al que estabas trazando? No es imposible, pero desde luego es raro.

Esto se debe a que de los aciertos y de la felicidad no solemos sacar lecturas relacionadas con el cambio, sino con exprimir cada uno de los momentos placenteros  que estamos viviendo, a sentirnos dichosos con cada uno de los segundos que estamos viviendo.

Cuando las cosas nos salen bien nos regodeamos en ellas, no solemos evaluar y procesar el porqué de que todo haya salido bien.

No tenemos necesariamente que tocar fondo para implementar cambios y mejorías en nosotros mismos, pero desde luego las personas nos vemos tentadoramente abiertas al cambio ante los errores, el dolor, los fracasos o las despedidas.

Cuando la vida nos sienta nos obliga a hacer un cambio de ruta, a recalibrar nuestro GPS y recalcular una nueva ruta diferente a la que teníamos prevista, aprendemos también de errores cometidos en el pasado para escoger así la nueva dirección.

A la hora de volver a trazar un rumbo y generalizando mucho, solemos tener dos direcciones predilectas:

             Dar vueltas en círculo: entramos en bucle, nos sentamos en el suelo y empezamos a disparar hacia todo lo que nos rodea (jefe, pareja, dios, familiares…), tiramos la toalla con el “yo soy así”, negamos el dolor, enquistamos el problema que haya surgido, etc.

             Cambio de rumbo: buscamos un camino alternativo, aceptamos que no teníamos la menor gana de que pasase lo que ha pasado, tratamos de seguir adelante y de recomponer los trozos,

A nivel teórico y salvando todas las distancias, es evidente qué camino nos gustaría escoger en primera instancia; la cuestión de la que se trata es de ver qué pretextos nos ponemos para ver cuán inalcanzable concebimos el segundo.

Y tú, ¿estás dando los pasos en la dirección deseada o no aparece ningún camino por el que transitar?

Si crees que te puede venir bien ayuda profesional para recalibrar el GPS mental que tienes, ¿por qué sigues esperando a que el tiempo amanse las aguas?

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