Fonoteca

¡Bienvenido a la Fonoteca!

Me gustaría hablarte un poco de la música y el porqué de esta sección,antes de entrar en materia, pero si prefieres acceder directamente al contenido musical que aquí se halla recopilado y no tienes que leer esto, haz click aquí y bajarás directamente.

No sé si alguna vez te has hecho la siguiente pregunta: “¿qué es la música?”. Puede parecer una pregunta sencilla de responder con ejemplos de canciones, de definir con precisiones terminológicas con respecto a las perturbaciones físicas que perciben nuestros oídos y la interpretan (altura, timbre, intensidad…), coger la definición de la RAE (tiene 10 acepciones), limitarnos a la etimología de la palabra (griega, significa el arte de las musas), etc.; pero seguiría siendo una explicación que nos sabe a poco.

La definición más aceptada en líneas generales es que la música es un arte capaz de combinar sonidos y silencios de manera agradable para el oído, según elementos como el ritmo, la armonía, la articulación y la melodía.

La música nos lleva acompañando desde tiempos inmemoriales (son frecuentes los hallazgos de flautas hechas con hueso, algunas tienen más de 40.000 años), se ve muy influenciada por la cultura en la que se presenta, forma parte de rituales y creencias, desata un sinfín de emociones simples y complejas, nos hace divertir(nos) y también seducir(nos), se hace con el propio cuerpo, con instrumentos o nos la narra la propia naturaleza.

                Con todo y con eso, documentándome y redactando estos párrafos con información me he dado cuenta de que nunca sabré definir con exactitud qué es la música; para mí la música es la capacidad que tiene el cerebro de evocar emociones a raíz de las percepciones sonoras que recibe, aunque no deja de ser una definición tan completa como incompleta.

                ¿Y por qué estoy contando todo este rollo de la música en una página dedicada a la psicología? A eso vamos, la música siempre va a depender del oyente que la perciba, de sus aprendizajes, de sus traumas, de sus habilidades, de sus recuerdos, de sus costumbres… En definitiva, no existe la música sin un cerebro que la procese (me caerán piedras por esta aseveración… lo sé), no seríamos capaces de darle un sentido a esa concatenación de sonidos y silencios ni de generar emociones ni sentimientos.

A la inversa, me apena pensar en la realidad que tendría que vivir nuestro cerebro sin la existencia o presencia de la música; evidentemente se puede vivir sin música, pero nos estaríamos perdiendo un abanico de emociones inalcanzables de otro modo. No me olvido de las personas que no pueden percibir sonidos, tengo claro que no es una carencia que nadie elige y que ojalá siempre se pudiera disponer de los medios para ayudar a percibir cualquier sonido, por mínimo que fuese.

Por otro lado, ¿sabías que hay una disciplina que trata de combinar la música y la psicología? Estoy hablando de la musicoterapia; no es algo tan sencillo como poner música y que la gente se ponga contenta o se relaje, sino que es una disciplina compleja que tiene como fin hacer uso de la música para promover la salud, el bienestar o el aprendizaje de quienes la escuchan y está dirigida por un musicoterapeuta que diagnostica, trata y evalúa a un paciente o a un grupo y se aplica tanto en prevención como en recuperación de la salud.

 En esta página no nos vamos a tirar por esos derroteros, pero sí se pretende que la música que aquí se expone resulte terapéutica, he ido recopilando aquella música que toca el alma de una manera sana, desenfadada, carente de juicios y que sirve de palanca para reflexionar, para amar y amarnos; aquí tenemos una sección de “poesías psicológicas sonoras”.

 Como cabe esperar, algunas de las canciones pueden entrañar cierta controversia y haber acabado aquí de manera errónea; te agradeceré que te pongas en contacto con Psinquieta si crees que esto es así y me permitas aprender de mis errores.

Del mismo modo, tengo la desafortunada suerte de no conocer todas y cada una de las canciones sanas que existen, así que también te estaré muy agradecido de que me escribas y me recomiendes nueva música o canciones que no deberían faltar en esta sección.

Sin más, ¡damos paso a la fonoteca de Psinquieta!