La vida pasa más rápido de lo que creemos; paradójicamente, cuantos más años hemos vivido, más sensación de que el tiempo ha pasado más rápido. Esta sensación no es actual, ya autores como Virgilio hablaban hace 2000 años del vocablo latino “tempus fugit” para referirse a esta sensación de que el tiempo vuela.
Sólo tienes una vida (al menos, una terrenal), aprovéchala al máximo y haz que merezca la pena todas y cada una de las experiencias que vivas, sean dolorosas o placenteras.
Y no olvides que quien espera, desespera. La vida pasa como un terremoto sin que apenas te des cuenta.
El pasado ya no está y el futuro es incierto.
Las cicatrices dicen de dónde vienes pero no dónde vas.
Las expectativas nunca se cumplen de la manera exacta en que las habíamos imaginado.
Tan sólo tienes los momentos presentes para hacer de tu vida algo donde te sientas pleno y satisfecho. Puedes empezar ahora o dejarlo para más tarde, no hay prisa, tómate el tiempo que necesites para volver a descubrir lo que es vivir incondicionalmente.